Trastornos de conducta y TDAH
Además de consultar un profesional de salud mental que inicie una intervención apropiada a estos trastornos, a continuación, le contamos algunas cosas que usted puede hacer desde casa.
1. Establecer las reglas claras y explorar con la niña, el niño o el adolescente su percepción
Las niñas, niños y adolescentes usualmente se relacionan y siguen mejor los lineamientos cuando el adulto asume una postura clara y firme, pero amable y respetuosa. Al momento de establecer reglas, es importante que pueda anticipar las consecuencias de su comportamiento, para lo cual se recomienda dar indicaciones claras, con las sugerencias y ejemplos que se presentan a continuación:
● Estar atento a las instrucciones que la niña o el niño no sigue de manera consistente y hacer un esfuerzo mayor por reconocer el comportamiento cuando sí lo logre cumplir.
● Asegurarse de que la instrucción que le va a dar sea necesaria y deba hacerse, si es así, planee qué consecuencia tendrá el cumplimiento o incumplimiento de la instrucción.
● Asegurarse de que la niña o el niño escuchó y entendió la instrucción, si es necesario hacerlo, repita qué es lo que debe hacer.
En la siguiente tabla se describen las características que deben tener las reglas e instrucciones que se dan a los niños y niñas, para facilitar su cumplimiento.
2. Utilicen una agenda visual
Se ha encontrado que las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen dificultades en el uso adecuado del tiempo en las actividades cotidianas, de manera que frecuentemente se presentan tarde a las actividades o incumplen con fechas de entrega o entregan trabajos incompletos. Por su lado, niñas y niños con trastorno negativista desafiante (TOD) también, aunque por otras razones, presentan dificultades en su rendimiento académico.
Una ayuda para ellas y ellos es utilizar una agenda o programador de actividades, que permita hacerle seguimiento a las actividades que se deben realizar diariamente. ¿Qué implica esto? Primero, deben listar a diario los deberes (asígneles responsabilidades acordes con su edad); posteriormente ayúdelos a estimar el tiempo que toma cada actividad, para luego programarla en un horario específico y planear así el día completo. El seguimiento de esta agenda programada es importante, esto significa, reconocerle a su hija o hijo el cumplimiento de los objetivos que se propusieron, evaluar por qué no pudo cumplir algunas tareas y encontrar estrategias para ayudarlo a lograr sus objetivos.
Inicialmente puede darles alguna ayuda o usar recompensas de gran valor para ellos (por ejemplo, un alimento, o tiempo en el parque) cuando realicen la actividad. De esta forma, los motivará a realizar esos primeros esfuerzos para lograr aquello que se propusieron y tendrán oportunidades de ser recompensados por su buen comportamiento. Es importante que siempre acompañe cualquier recompensa física con un reconocimiento social: “a pesar de que era difícil te esforzaste y lo hiciste muy bien, estoy muy orgullosa de ti” y que, con el tiempo, vaya reemplazando las recompensas físicas por sus elogios. De esta forma, reducimos el riesgo de que dependan únicamente de ese tipo de recompensas para cumplir con sus responsabilidades.
3. Présteles atención a los comportamientos deseados
Es importante atender principalmente los comportamientos deseados y retirar atención ante comportamientos no deseados. La mínima manifestación del comportamiento deseado debe ser reconocida y reforzada. Por ejemplo, un adolescente sale de la casa de afán y arregla la cama, pero no guarda los zapatos. En lugar de señalar el haber dejado fuera los zapatos, reconozca la acción de arreglar la cama, incluso si no quedó perfecta y luego preguntarle por los zapatos. Puede ser valioso reconocer el esfuerzo.
Los niños obtienen atención de comportamientos no deseados, aun cuando esta atención sea negativa (gritos, regaños). Es importante identificar y fortalecer formas positivas de llamar la atención, por ejemplo, reconocerle cuando es amable, cuando ayuda a otros, etc. Usualmente en la medida en que obtienen atención por conductas positivas, se reducen otras formas negativas de llamar la atención.
4. Cuando se presentan comportamientos no deseados de oposición o desafío, se recomienda:
● Inicialmente ignorar el comportamiento y posteriormente indicar qué se espera de su parte en ese momento de manera específica y concisa.
● En ocasiones será necesario reducir la demanda (por ejemplo, no le pida que organice todo su cuarto sino solo los libros), de esta manera será más fácil para él cumplir con la demanda y recibir una recompensa por ello (por ejemplo, su reconocimiento). Esto suele tener un impacto positivo, cambiándole rápidamente su estado de oposición a compromiso con la tarea.
● Recuérdele que es valioso expresar sus emociones, y que pedir ayuda en el modo adecuado es válido e incluso preferible.
Finalmente, la alianza familia – escuela es muy importante para apoyar a niñas, niños y adolescentes en la promoción de su salud mental, independientemente de las dificultades que tengan. Para conocer un poco más sobre cómo fortalecer esta alianza, lo invitamos a leer la guía metodológica para el fortalecimiento de la alianza familia-colegio. y el playbook de Brookings.